lunes, 16 de enero de 2012

Sumergirnos bajo el agua helada, y aceptar que ya sabemos que es agua pasada.

Solías decirme ''sé fuerte'', en mis días más oscuros, cuando por ningún motivo alguno la tristeza colisionaba mi ser, y yo me sentía débil y frágil. El mínimo roce de palabras me dañaría, y lo sabías porque me conocías al noventa y nueve por ciento, y lo sabías porque me acogías en tu pecho y ahí se formaba ese escudo protector. Nada ni nadie iba a hacer que quisiese salir de ahí, de mi refugio, y tú tampoco me pedirías tal cosa... ¿por qué lo ibas a hacer?
Debes aprender a perder lo que tienes, ya que los refugios tarde o temprano son descubiertos, y cuando crees que estás cien por cien a salvo, que el miedo te perdió la pista, aparece la realidad golpeándote por detrás.
PD: El cien por cien no existe.
PD2: Me encantan los porcentajes.

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