Siempre llegas tarde, y siempre llegas con las mismas palabras, las mismas excusas, y la misma mirada. Siempre llegas cuando no se nota tu carencia, para hacerte saber la existencia de esa ''espina'', para meter el dedo en la llaga, o quizás llegas porque ya crees que es el momento de curarla. Pero siempre llegas cuando nadie te necesita, cuando no estoy dispuesta a hacer las tres cosas que siempre me dispuse a hacer por algo y por nada, por ti, por mi, por Él, por Ella, por nosotros, por vosotros, por ellos. Siempre llegas tarde, con la respiración acelerada y sus pulsaciones aumentando, como en un concierto de RockandRoll. Siempre llegas tarde cuando me preguntas si al fin has llegado...
No formas parte de este conglomerado.
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